2013年4月29日星期一

Las impresiones de mi primer examen de Kung Fu



Cuando nos dijeron que en Abril teníamos un examen para obtener el cinturón de nuestros respectivos niveles, creo que a todos nos puso la noticia un tanto preocupados, los primerizos todavía no nos veíamos capaces de poder hacerlo bien y menos para dar un examen y obtener un cinturón.
Hemos practicado duro, algunos hemos estado yendo a practicar cuando teníamos un tiempo libre, otros a pesar de sus dolencias se han esforzado por mejorar, a pesar del dolor seguían practicando, pero lo mejor de todo ha sido el compañerismo…
Cada uno ha aportado a otros un poquito de lo que sabemos hacer mejor, creo que todos hemos recibido ayuda de algún compañero para mejorar una postura, para dar mejor una patada. Algunos han dejado de lado la postura que practicaban para ayudar a otros; todos y cada uno nos hemos ayudado y sobre todo hemos ayudado a los más pequeños.

Y llegó el tan temido día del examen.
Me he despertado pronto porque los nervios no me permitían seguir durmiendo.
La noche anterior al examen he dejado preparado mi uniforme, zápatillas y cámaras, todo lo que creía necesitar al día siguiente.
Iba a ser mi primer examen para obtener un cinturón de Kung Fu. Nos habían convocado, a los estudiantes de las dos escuelas de Majadahonda y la del Centro Cultural Chino, a las 11h00. Yo quería ser la primera en pasar el examen, liberarme de la tensión y hacer fotos.
Alguien había pensado lo mismo que yo, y cuando llegue ya habían llegado varios compañeros que habían empezado a calentar desde hace rato.
Se notaba un ambiente de fiesta, había muchas caras nuevas de los estudiantes de Mahadahonda. Algunos de mis compañeros estaban nerviosos, especialmente los que hacían el examen por primera vez. Tanto niños como adultos nos dábamos ánimos y nos ayudábamos a ensayar las “formas” que deberíamos ejecutar durante el examen.
El Maestro, Miguel, Angel y Nacho estaban muy ocupados organizando y preparándolo todo, creo que también ellos estaban un poco nerviosos, recibían a las visitas y hablaban con los amigos y familia de los que se iban a examinar.
El Maestro no dejaba de recomendarnos que calentáramos y estiráramos, Virginia estuvo ayudando a relajarme haciendo un poco de Tai Chi. Éramos mucho y la sala se quedaba pequeña.
Teníamos los nervios de último momento, veía a mucho de mis compañeros practicando la forma que les correspondía, y quedarse de repente parados porque no se acordaban del movimiento que seguía. Otros corrían o hacían “talous” para relajarse. Los niños estaban excitados y me contaban que no habían podido dormir bien, que soñaban que en mitad del examen se les olvidaba la forma.
Tuvimos que bajar a una de las salas del centro para escuchar unas palabras del director. Nos sorprendió gratamente el anuncio de que el centro premiaría con tres viajes a China a los tres mejores estudiantes, creo que nos ha animado mucho a todos.

Y llegó el momento.
Miguel nos mostró la lista y nos indicó en qué orden nos examinaríamos.
Los primeros fueron los niños. Salieron en grupo. Estaban nerviosos pero pusieron todo su corazón en hacerlo bien. Cuando alguno se olvidaba de algún paso veían a los demás y enseguida recordaban; fue muy bueno para ellos hacerlo juntos.
Yo fui la primera de los adultos. Saludo e inicio el Tong Bei Quan. Hubo un momento en que casi pierdo el equilibrio pero había que seguir. Al final, la vuelta, patada y “Mabu”… no lo hice tan bien como en otras ocasiones porque al final los nervios se notan.
Salí de la sala y el Maestro me dijo que me quedara para relajarme un poco; ya llegaría el momento de hacer fotos. Mi corazón latía a mil por hora y sentía la cara ardiendo…
Cuando recupere la calma y pude entrar a la sala, tuve oportunidad de seguirlo todo, de admirar a los que lo hacían muy bien, de animar a los que se quedaban parados porque se olvidaban de algún movimiento y de alegrarme cuando podían salir del apuro y continuaban con normalidad.
Las visitas aplaudían siempre y nuestros compañeros también nos gritaban palabras de ánimo. Nuestro Maestro nos sonreía y también nos infundía valor.

Al final todos hemos obtenido el cinturón que pretendíamos y hemos posados juntos para las fotos del recuerdo.
Luego nos hemos sentado alrededor del maestro y hemos charlado de cómo nos sentíamos… nuestras inquietudes, la alegría que nos da el sentirnos parte de algo que es importante para nosotros, y las ganas que teníamos de seguir practicando Kung Fu. Todos expresamos el agradecimiento al Maestro y compañeros por la paciencia y dedicación con la que nos enseñan.
Hice muchas fotos, seguro que unas estarán bien y otras no tanto, pero sólo serán una pequeña muestra de lo que nos preparamos y sudamos para ese momento.
Y a pesar de la tensión y nervios soportados ya nos estamos preparando para nuestro próximo objetivo, el cinturón del nivel siguiente.

Ali Cárdenas

Mas informacion en www.shaolinkungfu.es

EL EXÁMEN DE KUNG FU



Nuestro Shifu (Maestro) nos dijo hace unos meses que a finales de abril habría un examen de kung fu que consistiría en hacer un taolu (forma) según nuestro nivel de kung fu, y que después de demostrar la aptitud en ese nivel nos daría un cinturón de un color diferente en función de la dificultad del taolu (forma) del que nos hubiéramos examinado.
Yo no entendí  por qué el examen constaba sólo de un taolu (forma) ni porqué nos iba a dar un cinturón.
Un poco después de que Shifu (Maestro)  anunciara el examen y empezáramos a aprender la forma que cada uno tenía que hacer en el examen, me empezó a doler una rodilla. Un par de semanas después tenía la rodilla hinchada y ya no podía hacer kung fu.
No poder hacer kung fu es malo, pero no ir a clase de kung fu es peor, así que seguí yendo a clase a hacer los estiramientos que me había mandado el fisioterapeuta y a ver como mis compañeros aprendían cada uno la forma de su nivel, ¡y al final todos lo hacían muy bien¡
Un día en clase esta semana Shifu me enseñó muy contento unos cinturones preciosos, confeccionados con una doble tela gruesa y brillante, y en los cuales puede leerse escrito en caracteres chinos “kung fu” en el centro del cinturón y en un extremo, de modo que al ponerse el cinturón estos caracteres quedan en el centro del cuerpo y en la parte final después del nudo.
También me dijo que yo merecía un cinturón aunque no pudiera hacer el examen, que los demás alumnos sabían que yo habría aprendido el taolu (forma) de no ser porque tenía mal una rodilla.
Como seguía sin entender  lo de los cinturones, y menos aún que me diera uno a mí, le pregunté al Laozhi (profesor) Miguel. Me contó que lo importante no es el taolu (forma) que se hace en el examen, sino que ese taolu (forma) es representativo del nivel que se tiene, porque Shifu (Maestro) nos había asignado un taolu (forma) a cada uno más difícil en función de la capacidad que él había observado que teníamos.
Durante estos meses he estado viendo cómo mis compañeros se esforzaban y se ayudaban mutuamente para aprender el taolu (forma) del examen. Después he observado cómo el examen de hoy no era un examen individual en el que unos aprueban y otros suspenden, lo que he visto ha sido un estupendo trabajo de una escuela de kung fu en el que cada uno ha hecho su parte, incluida yo que no he hecho ningún taolu (forma).  A mí me ha tocado ocuparme del vídeo (y creo que era la única que no había entrenado para su papel de hoy), lo que yo veía con la cámara no era una persona haciendo kung fu, veía un grupo de alumnos que por turnos animaban o ejecutaban un taolu (forma) y a Shifu (Maestro) que dirigía a los alumnos y a los Laozhi (Profesores) como un director de cine o de orquesta, indicándoles dónde se tenían que poner y qué era lo que tenían que hacer en cada momento.
Desde que Shifu me enseñó los cinturones y hablé con Miguel empecé a entender para qué servían el examen y los cinturones, y a lo largo del día he ido entendiendo más cosas:
El examen refuerza la relación del Shifu (Maestro) con cada alumno individualmente, por una parte el alumno le demuestra al Shifu (Maestro) que es capaz de esforzarse y valorar el trabajo que hace Shifu enseñándole, y por otra Shifu demuestra que valora y aprecia el esfuerzo del alumno dándole un cinturón como regalo y como símbolo.
El cinturón no sólo representa el nivel de kung fu, también representa un vínculo con el Shifu que lo ha dado, el fruto de un trabajo bien hecho y el sudor de muchas horas de clase, aunque cada persona debe preguntarse a sí misma qué significa el cinturón para ella.
El examen también refuerza la relación de los alumnos entre ellos, los alumnos que aprenden la misma forma practican juntos, colaboran y se motivan unos a otros.
Algún alumno se ha quedado en blanco y no ha podido recordar cuál era el siguiente movimiento que tenía que hacer. Esto no importa, lo que importa es que lo siga haciendo, habrá más exámenes, y tendrá más oportunidades de hacerlo bien. En la vida algunos de los proyectos que comenzamos salen mal y otros salen bien, que una cosa salga mal no significa que la siguiente vaya a ser igual. Todo el mundo debe fallar en algo, aunque sólo sea para aprender de esa experiencia. Lo que marca la diferencia es cómo se reacciona ante un contratiempo, no cuál ha sido el obstáculo o porqué ha aparecido.
Muchos de los alumnos jóvenes y algunos de los mayores encontrarán situaciones en su vida en las que tendrán que ponerse de frente a una audiencia, ya sea un examen con tribunal, una entrevista de trabajo o el día de su boda! , el examen también les prepara para este tipo de pruebas.
El examen ha tenido lugar en el Centro de Cultura China en Madrid, antes de empezar el examen el director del centro ha dicho unas palabras sobre la importancia de que chinos y españoles colaboren y trabajen juntos, como es el caso de nuestra Escuela.
La madre crea el cuerpo de los hijos,  el padre les proporciona el espíritu.
Una escuela es hija de su maestro y como tal hereda las cualidades y el linaje paternos.
A través de nuestro Shi Fu recibimos el espíritu de Shaolin, el apoyo y la fuerza de todos los ancestros de Shaolin durante miles de años de tradición.
El lugar en el que se vive proporciona sustento, aire,   agua, y espacio, posibilitando la vida física.
España proporciona a la Escuela un lugar donde aprender,  alumnos (incluidos los no españoles, que viven aquí), indispensables para su existencia, es por tanto la madre de la Escuela,  a través de sus alumnos la escuela se mueve y respira.
Muchos artistas consideran sus obras como hijas, la Asociación Española de Shongshan Shaolín Kung Fu es hija de España y el Shi Fu Shi Miao Zhi, es la obra que él ha creado en España.

Julia Sánchez

Mas informacion en www.shaolinkungfu.es

2013年4月14日星期日

El Shaolin Lian Huan Quan 少林连环拳


Es una forma muy antigua, al pasar el tiempo los maestros del diversos estilos lo fueron cambiando poco a poco. Hoy en día la forma Shaolin Lian Huan Quan es muy famosa en el mundo.
¿Por qué es tan conocida?
Porque es una forma para los principiantes que practican el KungFu, dentro de la forma conlleva los pasos más importante y básico para cualquier practicante de Shaolin KungFu que son: Ma Bu 马步Gong Bu 弓步Xie Bu 歇步XU BU 虚步Pu Bu 扑步 Es una forma muy sencilla y corta, basada en combates. Tiene unos movimientos que se consiste que defender y atacar a la vez por ejemplo en: Ma Bu Jia Da 马步架打, Gong Bu Jia Da弓步架打, Xu Bu Jia Da 虚步架打 nos explica perfectamente el ataque y el contraataque



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SHAOLIN KUNG FU