Nuestro
Shifu (Maestro) nos dijo hace unos meses que a finales de abril habría un
examen de kung fu que consistiría en hacer un taolu (forma) según nuestro nivel
de kung fu, y que después de demostrar la aptitud en ese nivel nos daría un
cinturón de un color diferente en función de la dificultad
del taolu (forma) del que nos hubiéramos examinado.
Yo
no entendí por qué el examen constaba
sólo de un taolu (forma) ni porqué nos iba a dar un cinturón.
Un
poco después de que Shifu (Maestro)
anunciara el examen y empezáramos a aprender la forma que cada uno tenía
que hacer en el examen, me empezó a doler una rodilla. Un par de semanas
después tenía la rodilla hinchada y ya no podía hacer kung fu.
No
poder hacer kung fu es malo, pero no ir a clase de kung fu es peor, así que
seguí yendo a clase a hacer los estiramientos que me había mandado el
fisioterapeuta y a ver como mis compañeros aprendían cada uno la forma de su
nivel, ¡y al final todos lo hacían muy bien¡
Un
día en clase esta semana Shifu me enseñó muy contento unos cinturones
preciosos, confeccionados con una doble tela gruesa y brillante, y en los cuales
puede leerse escrito en caracteres chinos “kung fu” en el centro del cinturón y
en un extremo, de modo que al ponerse el cinturón estos caracteres quedan en el
centro del cuerpo y en la parte final después del nudo.
También
me dijo que yo merecía un cinturón aunque no pudiera hacer el examen, que los
demás alumnos sabían que yo habría aprendido el taolu (forma) de no ser porque
tenía mal una rodilla.
Como
seguía sin entender lo de los
cinturones, y menos aún que me diera uno a mí, le pregunté al Laozhi (profesor)
Miguel. Me contó que lo importante no es el taolu (forma) que se hace en el
examen, sino que ese taolu (forma) es representativo del nivel que se tiene,
porque Shifu (Maestro) nos había asignado un taolu (forma) a cada uno más
difícil en función de la capacidad que él había observado que teníamos.
Durante
estos meses he estado viendo cómo mis compañeros se esforzaban y se ayudaban
mutuamente para aprender el taolu (forma) del examen. Después he observado cómo
el examen de hoy no era un examen individual en el que unos aprueban y otros
suspenden, lo que he visto ha sido un estupendo trabajo de una escuela de kung
fu en el que cada uno ha hecho su parte, incluida yo que no he hecho ningún
taolu (forma). A mí me ha tocado
ocuparme del vídeo (y creo que era la única que no había entrenado para su
papel de hoy), lo que yo veía con la cámara no era una persona haciendo kung
fu, veía un grupo de alumnos que por turnos animaban o ejecutaban un taolu
(forma) y a Shifu (Maestro) que dirigía a los alumnos y a los Laozhi
(Profesores) como un director de cine o de orquesta, indicándoles dónde se
tenían que poner y qué era lo que tenían que hacer en cada momento.
Desde
que Shifu me enseñó los cinturones y hablé con Miguel empecé a entender para
qué servían el examen y los cinturones, y a lo largo del día he ido entendiendo
más cosas:
El
examen refuerza la relación del Shifu (Maestro) con cada alumno
individualmente, por una parte el alumno le demuestra al Shifu (Maestro) que es
capaz de esforzarse y valorar el trabajo que hace Shifu enseñándole, y por otra
Shifu demuestra que valora y aprecia el esfuerzo del alumno dándole un cinturón
como regalo y como símbolo.
El
cinturón no sólo representa el nivel de kung fu, también representa un vínculo
con el Shifu que lo ha dado, el fruto de un trabajo bien hecho y el sudor de
muchas horas de clase, aunque cada persona debe preguntarse a sí misma qué
significa el cinturón para ella.
El
examen también refuerza la relación de los alumnos entre ellos, los alumnos que
aprenden la misma forma practican juntos, colaboran y se motivan unos a otros.
Algún
alumno se ha quedado en blanco y no ha podido recordar cuál era el siguiente
movimiento que tenía que hacer. Esto no importa, lo que importa es que lo siga
haciendo, habrá más exámenes, y tendrá más oportunidades de hacerlo bien. En la
vida algunos de los proyectos que comenzamos salen mal y otros salen bien, que
una cosa salga mal no significa que la siguiente vaya a ser igual. Todo el
mundo debe fallar en algo, aunque sólo sea para aprender de esa experiencia. Lo
que marca la diferencia es cómo se reacciona ante un contratiempo, no cuál ha
sido el obstáculo o porqué ha aparecido.
Muchos
de los alumnos jóvenes y algunos de los mayores encontrarán situaciones en su
vida en las que tendrán que ponerse de frente a una audiencia, ya sea un examen
con tribunal, una entrevista de trabajo o el día de su boda! , el examen
también les prepara para este tipo de pruebas.
El
examen ha tenido lugar en el Centro de Cultura China en Madrid, antes de
empezar el examen el director del centro ha dicho unas palabras sobre la
importancia de que chinos y españoles colaboren y trabajen juntos, como es el
caso de nuestra Escuela.
La
madre crea el cuerpo de los hijos, el
padre les proporciona el espíritu.
Una
escuela es hija de su maestro y como tal hereda las cualidades y el linaje
paternos.
A
través de nuestro Shi Fu recibimos el espíritu de Shaolin, el apoyo y la fuerza
de todos los ancestros de Shaolin durante miles de años de tradición.
El
lugar en el que se vive proporciona sustento, aire, agua, y espacio, posibilitando la vida
física.
España
proporciona a la Escuela un lugar donde aprender, alumnos (incluidos los no españoles, que
viven aquí), indispensables para su existencia, es por tanto la madre de la
Escuela, a través de sus alumnos la
escuela se mueve y respira.
Muchos
artistas consideran sus obras como hijas, la Asociación Española de Shongshan
Shaolín Kung Fu es hija de España y el Shi Fu Shi Miao Zhi, es la obra que él
ha creado en España.
Mas informacion en www.shaolinkungfu.es
没有评论:
发表评论