2013年4月29日星期一

EL EXÁMEN DE KUNG FU



Nuestro Shifu (Maestro) nos dijo hace unos meses que a finales de abril habría un examen de kung fu que consistiría en hacer un taolu (forma) según nuestro nivel de kung fu, y que después de demostrar la aptitud en ese nivel nos daría un cinturón de un color diferente en función de la dificultad del taolu (forma) del que nos hubiéramos examinado.
Yo no entendí  por qué el examen constaba sólo de un taolu (forma) ni porqué nos iba a dar un cinturón.
Un poco después de que Shifu (Maestro)  anunciara el examen y empezáramos a aprender la forma que cada uno tenía que hacer en el examen, me empezó a doler una rodilla. Un par de semanas después tenía la rodilla hinchada y ya no podía hacer kung fu.
No poder hacer kung fu es malo, pero no ir a clase de kung fu es peor, así que seguí yendo a clase a hacer los estiramientos que me había mandado el fisioterapeuta y a ver como mis compañeros aprendían cada uno la forma de su nivel, ¡y al final todos lo hacían muy bien¡
Un día en clase esta semana Shifu me enseñó muy contento unos cinturones preciosos, confeccionados con una doble tela gruesa y brillante, y en los cuales puede leerse escrito en caracteres chinos “kung fu” en el centro del cinturón y en un extremo, de modo que al ponerse el cinturón estos caracteres quedan en el centro del cuerpo y en la parte final después del nudo.
También me dijo que yo merecía un cinturón aunque no pudiera hacer el examen, que los demás alumnos sabían que yo habría aprendido el taolu (forma) de no ser porque tenía mal una rodilla.
Como seguía sin entender  lo de los cinturones, y menos aún que me diera uno a mí, le pregunté al Laozhi (profesor) Miguel. Me contó que lo importante no es el taolu (forma) que se hace en el examen, sino que ese taolu (forma) es representativo del nivel que se tiene, porque Shifu (Maestro) nos había asignado un taolu (forma) a cada uno más difícil en función de la capacidad que él había observado que teníamos.
Durante estos meses he estado viendo cómo mis compañeros se esforzaban y se ayudaban mutuamente para aprender el taolu (forma) del examen. Después he observado cómo el examen de hoy no era un examen individual en el que unos aprueban y otros suspenden, lo que he visto ha sido un estupendo trabajo de una escuela de kung fu en el que cada uno ha hecho su parte, incluida yo que no he hecho ningún taolu (forma).  A mí me ha tocado ocuparme del vídeo (y creo que era la única que no había entrenado para su papel de hoy), lo que yo veía con la cámara no era una persona haciendo kung fu, veía un grupo de alumnos que por turnos animaban o ejecutaban un taolu (forma) y a Shifu (Maestro) que dirigía a los alumnos y a los Laozhi (Profesores) como un director de cine o de orquesta, indicándoles dónde se tenían que poner y qué era lo que tenían que hacer en cada momento.
Desde que Shifu me enseñó los cinturones y hablé con Miguel empecé a entender para qué servían el examen y los cinturones, y a lo largo del día he ido entendiendo más cosas:
El examen refuerza la relación del Shifu (Maestro) con cada alumno individualmente, por una parte el alumno le demuestra al Shifu (Maestro) que es capaz de esforzarse y valorar el trabajo que hace Shifu enseñándole, y por otra Shifu demuestra que valora y aprecia el esfuerzo del alumno dándole un cinturón como regalo y como símbolo.
El cinturón no sólo representa el nivel de kung fu, también representa un vínculo con el Shifu que lo ha dado, el fruto de un trabajo bien hecho y el sudor de muchas horas de clase, aunque cada persona debe preguntarse a sí misma qué significa el cinturón para ella.
El examen también refuerza la relación de los alumnos entre ellos, los alumnos que aprenden la misma forma practican juntos, colaboran y se motivan unos a otros.
Algún alumno se ha quedado en blanco y no ha podido recordar cuál era el siguiente movimiento que tenía que hacer. Esto no importa, lo que importa es que lo siga haciendo, habrá más exámenes, y tendrá más oportunidades de hacerlo bien. En la vida algunos de los proyectos que comenzamos salen mal y otros salen bien, que una cosa salga mal no significa que la siguiente vaya a ser igual. Todo el mundo debe fallar en algo, aunque sólo sea para aprender de esa experiencia. Lo que marca la diferencia es cómo se reacciona ante un contratiempo, no cuál ha sido el obstáculo o porqué ha aparecido.
Muchos de los alumnos jóvenes y algunos de los mayores encontrarán situaciones en su vida en las que tendrán que ponerse de frente a una audiencia, ya sea un examen con tribunal, una entrevista de trabajo o el día de su boda! , el examen también les prepara para este tipo de pruebas.
El examen ha tenido lugar en el Centro de Cultura China en Madrid, antes de empezar el examen el director del centro ha dicho unas palabras sobre la importancia de que chinos y españoles colaboren y trabajen juntos, como es el caso de nuestra Escuela.
La madre crea el cuerpo de los hijos,  el padre les proporciona el espíritu.
Una escuela es hija de su maestro y como tal hereda las cualidades y el linaje paternos.
A través de nuestro Shi Fu recibimos el espíritu de Shaolin, el apoyo y la fuerza de todos los ancestros de Shaolin durante miles de años de tradición.
El lugar en el que se vive proporciona sustento, aire,   agua, y espacio, posibilitando la vida física.
España proporciona a la Escuela un lugar donde aprender,  alumnos (incluidos los no españoles, que viven aquí), indispensables para su existencia, es por tanto la madre de la Escuela,  a través de sus alumnos la escuela se mueve y respira.
Muchos artistas consideran sus obras como hijas, la Asociación Española de Shongshan Shaolín Kung Fu es hija de España y el Shi Fu Shi Miao Zhi, es la obra que él ha creado en España.

Julia Sánchez

Mas informacion en www.shaolinkungfu.es

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