Son muchos los consejos que se pueden
dar antes de comenzar a practicar
Taiji y muchos los previos que se
pueden realizar, pero nos vamos a centrar en la postura que muchos
conocerán como “Árbol” o “Abrazar el árbol” para que con
unos sencillos consejos resulte mas correcta la postura y fácil de
realizar.
Los pies a la altura de los hombros,
las rodillas algo flexionadas, la cadera ligeramente hacia adelante
de manera que se alarguen las lumbares, la coronilla hacia el cielo
de manera que se elonguen las cervicales y la columna quede
enderezada desde la primera vertebra hasta la última, los brazos
formando un circulo a la misma altura de los hombros y estos últimos
en su posición natural sin elevarlos.
Una vez se está en esta posición se
irá relajando todo el cuerpo desde la coronilla hasta los pies. Se
observará que la posición de la coronilla no crea tensiones en el
cuello, los hombros igualmente relajados y así a lo largo de todo el
cuerpo, especial atención a la zona abdominal, lumbar y glúteos que
también estén relajados.
La mirada al infinito (o los ojos
cerrados), la lengua suavemente apoyada en el paladar y los labios
ligeramente tocándose y los oídos enfocados hacia el interior. La
concentración hacia el tantien inferior (tres dedos por debajo del
ombligo) dejando una fluidez natural por todo el cuerpo y la
respiración suave, lenta, continua sin altibajos y sin forzar.
La mente tranquila y relajada,
cualquier pensamiento que surja se le deja pasar sin prestarle mayor
atención. Se dejara que el peso del cuerpo vaya bajando de la cabeza
a los hombros, de estos a la cadera y así hasta llegar a los pies
con la sensación de que estos enraízan en el suelo y se quedan
firmemente pegados a este.
Algunos consejos mas que se podrían
dar, sobre todo enfocado a los principiantes serían los siguiente:
Si en esta postura se tiene la
sensación de que los brazos pesan mucho o molestan los hombros, los
brazos se pueden bajar por debajo de los hombros hasta encontrar una
postura cómoda. La atención hacia nuestro interior, escuchando la
respiración o los latidos etc. ya que si el enfoque se realiza hacia
el exterior como el canto de un pájaro, el sonido de un arroyo, etc.
al cambiar de ubicación y cambiar esos sonidos podría dificultar la
concentración.
Por último, para los que empiezan, es
aconsejable la supervisión de un Maestro de Taiji o persona
cualificada, ya que al adoptar esta postura, la percepción que se
tiene del cuerpo y su postura real podría no corresponderse en las
primeras practicas.
Esta postura, muchos de los
practicantes de Taiji la realizan a diario, diez minutos, treinta,
incluso una hora, durante bastantes años ya que se considera de gran
importancia para comprender y mejorar en este arte marcial.
Como ya se ha dicho al principio son
muchos los consejos que se pueden dar y difícil plasmarlos
textualmente. No obstante se irá ofreciendo información que pueda
acercar al lector a ciertos aspectos y detalles que puedan orientarle
en algunos de los puntos complejos y difíciles de comprender en un
primer momento, tratando temas mas técnicos y otros mas globales
pero igualmente útiles.
Con el transcurrir de las décadas han
surgido distintas artes marciales que combinan elementos del Shaolin
Kungfu y del Taiji, como por ejemplo Pakua que es el arte marcial de
los ocho trigramas o Hsing-I forma y mente. No obstante al
desarrollarse el Taiji, desde sus comienzos en la montaña Wudang,
siempre se enfatizó en la parte interna, por eso se le conoce
también como sistema interno.
Según la forma en que se concibió y
se desarrolló el Taiji se dice que los potenciales del cuerpo se
pueden desarrollar mucho mas de lo que se pueda pensar en un primer
momento y así mismo al considerarse un sistema interno, igualmente
la mente, al no tener limites, puede desarrollarse sin encontrarse
con obstáculos que impidan su desarrollo.
